Llegamos a nuestro último destino: Roma.
Es la calle
principal que cruza el centro histórico de Roma. Es destacable por ser una
calle completamente recta en una zona con calles tortuosas y pequeñas plazas.
También es más ancho que la mayor parte de las calles del centro de Roma, sin
embargo, sólo tiene capacidad para dos carriles de tráfico rodado y dos
pequeñas aceras. La parte septentrional de la calle está reservada
exclusivamente a los peatones. La longitud total de la calle es de 1,5
kilómetros.
El Corso discurre en
dirección norte-sur. Al norte desemboca en la Piazza del Popolo, entre las
iglesias de Santa Maria dei Miracoli y Santa Maria in Montesanto.
Al sur, acaba en Piazza Venezia.
La
moda italiana reúne todos los requisitos indispensables para ser la mejor del
mundo. Sus diseños tienen el toque artístico necesario, sin caer en
dramatismos o exageraciones inútiles, logrando así el punto justo para que sus
prendas sean deseadas y utilizables en diversos ámbitos. Esta vida
independiente y de crecimiento fiel a su cultura ha hecho que la moda
italiana sea única, esencialmente diferente a la parisina, londinense o la de
New York.
El italiano es posiblemente el más conocedor de
moda en toda Europa, su gusto por el arte y la estética le dan un gusto único y
una elegancia inigualable.